Search and Hit Enter

Haimar Zubeldia klasikoa. Por los paisajes que vieron crecer a Haimar.

31 de mayo es la fecha, es el día marcado en calendario para la Haimar Zubeldia Klasikoa, la marcha cicloturista más antigua de Guipúzkoa, 36 ediciones a la espalda, con salida y llegada a Zarauz, tras poco más de 150 kilómetros de ruta por el Valle de Urola y Goierri, antes de afrontar un tramo final por la costa, que se solapa con el inicio.

“Es un recorrido calmado de inicio, hacia el interior. Luego en los valles es un sube y baja que pasa factura, seguro. Podríamos haber ido por el llano, pero era más atractiva la opción de encadenar subiditas tipo Ardenas, antes de volver a la costa y acabar por donde empezamos unas horas antes” describe Haimar Zubeldia.
Un recorrido que tiene una primera hora sencilla, “unos treinta kilómetros, viendo el mar y poco a poco ganando altura, para meternos en el Valle de Tolosa en un sube y baja continuo para volver por Mandubia y Etumeta a la carretera de la costa” describe el ciclista.   

Son en total eso, unos 150 kilómetros, con unos 2500 metros de desnivel positivo algo asumible, más cuando hablamos del último día de mayo fechas en las que “mucha gente ya camina fuerte por que tiene otras marchas tipo QH cerca”.

Hablamos de “los paisajes en los que entrené en mi época profesional, sitios que conozco a la perfección” concreta Haimar.

Errezil (13.4km - 5.5%)

De esta manera, la primera gran subida de la jornada, Errezil, fue el termómetro de Haimar para medir su estado de forma año tras años: “Es posiblemente el puerto que más veces he subido. No es muy duro, su pendiente va del 6 al 8%, pero premia con el paisaje, muy bonito, en especial el bosque en el que nos metemos en el kilómetro final”.

Un sitio por el que ha pasado en innumerables ocasiones: “Lo tenía a una hora de casa, llegaba a su base ya caliente para probarme y luego quedaban los valles una vez coronabas”.

Altzo (1.9km - 6.5%), Larraitz (5.5km-4.2%), Lazkaomendi (2.4km-11.6%) y Olaberria (1.4km-8.4%)

De la cima de Errezil se pasa a una zona interior marcada por los constantes cambios de pendiente con encadenado de ascensiones casi sin tregua: Altzo, Larraitz, Lazkaomendi y Olaberria.

De las cuatro, salvo Larraitz, las otras dos son violentas y cortas, “sitios donde probarse -dice Haimar-. Entre Altzo y el inicio de Larraitz hay un par de kilómetros de llano, las otras dos, sin embargo, llegan sin previo aviso, sin transición. Lazkaomendi, por ejemplo, se afronta desde la salida de un pueblo, con un giro inesperado, es corto pero duro, uno de esos sitios en los que te gusta probar qué forma tienes”.

Mandubia (8.4km-4%)

Tras el encadenado de puertos por el valle, llega Mandubia, “una ascensión similar a Errezil, más tendida, aunque en este caso siempre por un bosque que se abre en la cima. Tiene el encanto de una presa a la derecha, ideal para disfrutar del pedaleo y el paisaje”.

Etumeta (7.3km-5.8%)

Antes, en Larraitz, se habrá pasado por el primer avituallamiento, el segundo será al pie de Etumeta, con casi tres cuartas partes del recorrido realizado. Etumeta es el otro punto de inflexión, el puerto cuya cima vuelve a poner el mar en los ojos del ciclista. “El inicio está en un punto por el que pasamos en la primera hora de recorrido. Es una carretera muy estrecha, para un coche como mucho, que sube por un bosque. Suele ser un sitio donde la gente se prueba, sabedora que lo que queda es más sencillo”.

Y lo es, porque el descenso lleva hacia un tramo final coincide con el inicio, entre Zumaia y Zarauz con el pelotón mecido por una carretera serpenteante con el mar golpeando cerca.

El tercer y último avituallamiento es el más consistente y deseado: chorizos, croquetas y otras delicatesen que saben a gloria tras horas de esfuerzo, una gloria regada, no podía ser de otra manera, por txakolí y sidra.

“En el polideportivo de Zarauz , la gente se relaja, cuentan con un parking de bicicletas, para estar tranquilos y poder contar sus batallitas de la jornada” relata Haimar.

Zarautz y Haimar Zubeldia

El vínculo de Haimar con Zarauz y su gente viene de lejos: “Soy de Usurbil, a unos quince kilómetros de aquí, pero vivo en Zarauz hace veinte años y aquí tengo mucha gente querida”.

Entre ellos los miembros de la Zarauzko Zikloturista Elkartea, el club ciclista de Zarauz que en 2017, un par de meses antes de su retirada, le propuso un homenaje en el marco de la marcha para ponerle su nombre al año siguiente.

Desde entonces el nombre del exciclista de Euskaltel, Astana y Trek pone nombre a una prueba que reúne unos 700 ciclistas, una cifra manejable pues “hay que tener presente el tipo de carreteras que son y que el club no se dedica en exclusiva a esto, hay que ser consciente de las dimensiones que queremos”.

Un objetivo declarado de Haimar Zubeldia es aumentar la participación femenina, pero no es sencillo, “por cuestiones de tráfico sólo podemos tener un recorrido para todos y no contamos con otro más corto”.

Esperamos que estés disfrutando de los contenidos de nuestro Magazine. En el caso de que tengas interés en alguno de nuestros productos te invitamos a visitar nuestra tienda online.
Visita nuestra tienda online.