Última bajada y hasta Vilaflor. El punto de salida. Tras un día duro la satisfacción del reto completado superaba los momentos más fatídicos de la ruta.
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La vuelta a Tenerife con Dani Sanz
«Me encantan que los planes salgan bien». ¿Te suena verdad? La frase icónica del coronel Hannibal Smith retumba en nuestras cabezas cada vez que finalizamos un plan previamente meditado. Hacer la vuelta a Tenerife en un día era algo más allá de un plan. 297 km y 6.633 m de desnivel, no era una ruta sin más. Dani Sanz tenía el track guardado en Strava desde hacía años y el plan no admitía fallos. Despertador a las 6:00, maillot, culote, chaleco, bici y en marcha.
Spoiler: el plan salió bien.
Fotos: Raul Santana | Agradecimiento: LaCumbre.cc
Tras un desayuno ligero de avena cocida, unos dátiles y café tocaba iniciar la ruta. La primera bajada por Vilaflor fue un poco fría, y para ello el chaleco ligero de Etxeondo fue perfecto para combatir el viento. Los paisajes áridos de las carreteras del sur de Tenerife daban paso a las cercanías de Santa Cruz.
Unas 3 horas y media después, primera reposición de agua en bidones. El calor empezaba a hacer mella en la ruta y el primer reto del día acechaba: subida de Anaga por El Bailadero. «Aunque quise controlar los vatios intenté apretar en la subida para hacerla más ligera y así poder sortear el aire de cara» comenta Sanz. Para esta ocasión, contó con la ayuda de Alberto, de la tienda de La Cumbre, y así poder amenizarle las primeras exigencias de la jornada.
La primera parte de la ruta era una realidad. Tras parar en la tienda de la Cumbre para echar un café y tostada de aguacate con tomate, tocaba compartir sensaciones e inquietudes de las primeras horas sobre la bici.
Enfilando la carretera del norte y con un poco de tráfico, el siguiente destino era La Orotava. Subida de 6 km, por El Tanque, y bajada de las Cruces, perfilando sus características curvas.
Parada larga de 20 minutos para reponer fuerzas. «Tenía los pies recalentados y ya superábamos los 30 grados» destaca Dani Sanz. Entre bares llenos a rebosar y el tiempo que no quería perder, supermercado y bocadillo improvisado de jamón.
Alberto saltó de nuevo a la carretera para acompañar a Dani. Desde Buenavista para coronar Masca, unos 20 km de recorrido. Juntos recorrieron todo el Palmar y le dio los ánimos que necesitaba. «Eran demasidas horas en las espaldas sobre la bici y con Alberto me pasaban los kms rápido. La subida de Masca era dura y, al encontrarse en un valle, el calor se concentraba demasiado«. Rampas del 15% y 20% que necesitaban de todo el desarrollo. Las piernas empezaban a resentir, ya eran más de 7 horas pedaleando. Tocaba subir el Teide.
La subida del Teide estuvo protagonizada por el atardecer de la isla. El sol empezaba a esconderse por la isla de la Gomera y casi despistaba la subida tendida de la montaña. En 1 hora y 22 minutos Sanz coronó el Teide. Parada en Boca Tauce para reponer agua, luces encedidas, y a encarar la penúltima subida para El Retamar y dirigirse hacia el último tramo hasta Vilaflor.
«Sin la compañía de Raul, el fotógrafo, y Alberto hubiera sido mucho más complicado». Tras 11 horas sobre la bici tocaba rendir cuentas a los momentos del día. Y, sobre todo, rendir cuentas a un plan que llevaba años en la mente de Dani Sanz. Ahora toca, pensar en el siguiente.
