Parte de la historia de Etxeondo se escribe en francés, acariciada por los puertos más bonitos de Europa y al son del Tour de Francia. Anécdotas fuera y dentro de una carrera que desde hace años se considera una meca del ciclismo mundial. Desde 1983, con Ángel Arroyo hasta 2001 con Roberto Laiseka, pasando por Perico Delgado, Haimar Zubeldia y la histórica aventura con Tom Dumoulin, el ‘allez, allez’ ha estado siempre presente entre las cuatro paredes de la empresa vasca.
Sin embargo, cuando Etxeondo no ha estado en la línea de salida, lo ha estado en el asfalto, en la hierba, entre la gente y, sobre todo, entre la afición ciclista. Este año no iba a ser diferente y, tras colocar el campo base en el Col de Spandelles, la particular meta que da nombre a la marca estaba presente entre la gente que esperaba ansiosa el paso del Tour por el puerto.